Durante los pasados 30 años, el tema de la “destrucción creativa” ha ganado la atención de las facultades de administración de empresas de las universidades y de revistas especializadas en negocios. No es para menos, cuando vemos que el desarrollo vertiginoso de la tecnología ha generado nuevos negocios y causado la desaparición de otros.
Los expertos en el tema ya saben cómo identificar los cambios que trastocan los negocios, industrias y sectores, así como los peligros que representan para las firmas establecidas. Lo que hasta ahora ha sido un misterio es cuánto tardan los cambios.
Los profesores Ron Adner y Rahul Kapoor señalan que lo que más influye en la velocidad de adopción de una tecnología es la existencia de un ecosistema que permita que ésta prospere: las tecnologías relacionadas, los servicios, estándares y regulaciones.
Un ejemplo de ello es la televisión de alta definición o HDTV. Aunque la tecnología se desarrolló en la década de 1980, no se popularizó hasta que se desarrollaron las cámaras de alta definición, nuevos estándares de difusión y procesos de producción y posproducción. El desarrollo de este ecosistema tardó 30 años.
Para analizar la relación entre la creación de nuevas tecnologías y los ecosistemas, los expertos desarrollaron cuatro escenarios que les permiten a los gerentes predecir cuán rápido pudieran ocurrir los cambios en sus industrias:
Destrucción creativa– Es la sustitución clásica y la más rápida. Ocurre cuando el ecosistema de la nueva tecnología está listo para comenzar y el ecosistema de la vieja tecnología no puede mejorar significativamente. Ejemplo: las impresoras “inkjet” vs. las impresoras “dot matrix”.
Resiliencia robusta– Si el ecosistema de la nueva tecnología necesita un desarrollo considerable y no hay muchas oportunidades de mejorar el ecosistema de la vieja tecnología, la sustitución será más lenta. Ejemplos: los carros 100% eléctricos versus los carros que usan gasolina; los chips RFID versus los códigos de barra.
Coexistencia robusta– Si la nueva tecnología es compatible con el ecosistema existente y el ecosistema de la vieja tecnología puede mejorar significativamente, la sustitución será gradual pero logrará un mejor nivel de desempeño. Ejemplo: motores híbridos versus motores de combustión interna.
Ilusión de resiliencia– Si el ecosistema de la nueva tecnología necesita un nivel considerable de desarrollo y el ecosistema de la tecnología vieja no tiene mucho espacio para mejorar, el cambio ocurrirá rápidamente luego de un largo período de estancamiento. Ejemplos: navegadores GPS versus mapas de papel; archivos MP3 versus CDs.
Al planificar sus estrategias, los emprendedores deben entender que los ecosistemas son tan importantes como la tecnología en sí, e identificar en cual de las etapas se encuentra el desarrollo de su producto para aumentar sus probabilidades de éxito.